El Gobierno de España debe controlar la calidad y transparencia de las Universidades Privadas y establecer las condiciones suficientes para que las Universidades Públicas puedan desarrollar su potencial
Sobre el anuncio de la modificación del RD 640/2021 de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios, y la acreditación institucional de estos centros, desde el sindicato SOMOS y el Área de Universidad de nuestro sindicato estatal Sindicato de Trabajadores/as de la Enseñanza (STES) denunciamos la pasividad de Gobierno de España durante los últimos años ante la proliferación de Universidades Privadas que, en muchos casos, no cumplen los mínimos requisitos de calidad.
Esta situación ya fue denunciada en el momento de la promulgación del Real Decreto vigente pues, como se puede comprobar, ha permitido la creación de universidades que no desarrollan plenamente sus actividades de docencia e investigación, por tanto, desde SOMOS-STES planteamos que el Gobierno debe dictar instrucciones para que se garantice la calidad de las Universidades privadas existentes, así como las que se puedan crear en el futuro.
Sin duda, parte del origen de la proliferación de centros universitarios privados se encuentra en el deterioro de la financiación de las universidades públicas y la precariedad de las condiciones laborales de su personal, así como la falta de una apuesta decidida por la investigación. Mientras la universidad privada incrementa cada año su volumen de negocio, pues en sus centros estudian el 50,2 por ciento de alumnos de máster, la universidad pública española ha reducido su financiación un 22 por ciento, lo que limita seriamente su oferta académica.
En cuanto a los requisitos que debe cumplir, en todo momento, una universidad privada, estos no deberían ser inferiores a las universidades públicas, incidiendo en la necesaria transparencia y solvencia tanto de la calidad de la docencia como de la investigación, infraestructuras, instalaciones o recursos económicos
En relación con el RD 640/2021 consideramos que para la creación de un nuevo centro universitario debe ser vinculante el informe de la Conferencia General de Política Universitaria y que la Agencia Nacional de la Evaluación y Acreditación o, las Agencias autonómicas en los territorios en los que existan, deben supervisar en todo momento la calidad de la docencia, investigación y transferencia que se realiza, con el fin de que cualquier centro universitario mantenga unos estándares de excelencia.
Desde el Área de Universidades de STES- Intersindical, instamos al Gobierno para que destine los recursos necesarios como para cumplir el objetivo de financiación del 1% del PIB propuesto en la LOSU y que establezca medidas de carácter general para que las Comunidades Autónomas participen en ese objetivo.
Por otra parte, es preciso distinguir entre empresas proveedoras de formación superior y universidades, limitando el acceso de las primeras a los órganos de consultivos o de participación institucional como la Conferencia de Rectores, la Conferencia de los Consejos Sociales de las Universidades Españolas o los patronatos de las Agencias Autonómicas de Calidad.
En este sentido irán las propuestas que desde este sindicato se presentarán en el periodo de audiencia pública del Proyecto de Real Decreto de modificación del RD 640/2021 de Creación, Reconocimiento y autorización de Universidades.
El Gobierno de Aragón debe velar por la calidad del sistema universitario aragonés
Con respecto a las solicitudes de tres proyectos de universidades privadas que han solicitado autorización a la Comunidad Autónoma para instalarse en Aragón, desde SOMOS instamos a que el Gobierno de Aragón regule una normativa rigurosa que vele por la calidad del Sistema Universitario Aragonés, pues no se deben devaluar los estudios universitarios concediendo a una iniciativa poco solvente el mismo nivel académico que a aquellas titulaciones de centros que han trabajado muy duro, durante muchos años, para alcanzar un alto nivel de excelencia.
Un centro de formación on-line de másteres o una escuela de negocios no es una universidad, es otra cosa. Respecto a Calatayud, sería muy interesante potenciar la UNED como elemento vertebrador del territorio e impulsor de iniciativas sociales y científicas, en lugar de aventurarse con iniciativas que no parecen muy solventes.
Es muy probable que ninguna de las tres solicitudes actuales cumpla los requisitos previstos por la norma anunciada, al menos para obtener la denominación de universidad aragonesa.