El inicio del año 2017, tras el cierre energético de las navidades, ha puesto de manifiesto el grave deterioro que están padeciendo las instalaciones del Campus San Francisco, con una Facultad de Filosofía y Letras que se cae a pedazos, una instalación eléctrica en la Facultad de Ciencias que sufre sobrecargas e incendios que obligan a intervenir a los bomberos (cuatro veces en siete meses 25 de mayo; 11 de julio; 30 de diciembre y 4 de enero) y un enorme número de árboles señalados para su apeo, ante el grave riesgo de caídas (al menos dos han caído en diciembre).
Por su parte, tenemos en obras el Interfacultades (los techos no aguantaban más) y con averías en el agua o la calefacción en el ICE, Ciencias de la Salud, Geológicas y en Químicas/Físicas, además de contar con una Facultad de Educación sin terminar de equipar y unos barracones que llevan instalados varios lustros, de forma provisional.
Esta lamentable situación, sin duda, tiene su origen en la ausencia de presupuesto para el Mantenimiento de infraestructuras. El anterior Gobierno del PP asfixió económicamente a la UZ, con el ánimo de hacer que la Universidad Pública pareciera un caos, solo así se explica que durante su mandato los presupuestos destinaran 0 €uros al mantenimiento de las instalaciones. Todo el mundo sabe que la falta de mantenimiento produce a medio plazo costosísimas averías.
En esta situación de asfixia económica, el anterior equipo de gobierno universitario optó por modificar el modelo de nuestro Servicio de Mantenimiento, de tal manera que mayoritariamente el mantenimiento correctivo se realiza por empresas contratadas. Este cambio, que supone una reducción de efectivos del PAS de Mantenimiento y un aumento del Servicio Contratado, ha colapsado, al coincidir con la ausencia de presupuesto.
El acuerdo de financiación firmado por la Universidad con el actual Gobierno de Aragón no parece suficiente para corregir la consecuencias del desastre producido por el Gobierno anterior. Es preciso que se produzca una apuesta más decidida e integral con el Campus San Francisco, algo que no parece encontrarse en la agenda del actual Equipo de Gobierno Universitario, más preocupado por amortizar la deuda (generada por la ausencia de financiación de la DGA) a tenor de las declaraciones de la Vicerrectora de Economía. Por su parte los gestores universitarios deberán revisar su modelo del Servicio de Mantenimiento para comprobar, si en este contexto presupuestario, resulta eficiente externalizar trabajos o sale más rentable apostar por el personal propio.