SOMOS vota en contra del Rglto. de Colaboración en la Docencia del PUI

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Con el rechazo de SOMOS, la Mesa de PDI primero y (gracias a eso) el Consejo de Gobierno, después, aprueban el nuevo Reglamento de Colaboración en la Docencia del Personal Universitario de Investigación. Aquí te explicamos los motivos de nuestro voto contrario

La situación de los trabajadores por obra y servicio (caso del Personal Universitario de Investigación; PUIs), ha quedado igual que como estaba. Sigue limitándose estatuariamente la colaboración en la docencia explicitando la posibilidad de dirigir TFM y algún TFG concreto, y sin colaborar como tal en la docencia, lo cual supone, entre otras cosas, una evidente discriminación del Personal Propio de la UZ frente Personal de fuera de la UZ (que sí se le permite el reconocimiento de la docencia)

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Antecedentes

La situación previa era que muchos de los investigadores de la plantilla de Unizar no podían colaborar en la docencia  y esto producía por un lado la pérdida de oportunidad que la Universidad de Zaragoza tenía para trasladar a sus estudiantes la investigación de la mano de trabajadores propios que representan uno de los colectivos con mayor tasa de publicaciones de la Universidad de Zaragoza, y por otro, la indefensión sobre que otros trabajadores externos de la Universidad pudieran colaborar en la docencia con situaciones o puestos similares a los que los propios de Unizar no podían. Este es el caso principalmente de los trabajadores con contrato por obra y servicio de la Universidad de Zaragoza.

Consideramos por un lado que la Universidad desaprovechaba su propio potencial en detrimento de la calidad en la formación de los nuevos estudiantes, pero también impedía el desarrollo de sus trabajadores que sin existir la esperada doble carrera docente e investigadora, limitaba la capacidad de los trabajadores investigadores en su acreditación futura y reconocimiento por parte de la Universidad de Zaragoza, del trabajo que, en muchos casos, ya desempeñaban.

El tema de la colaboración en docencia de aquellos trabajadores que no ostentan la figura de profesorado, ha sido tema de casi todas las reuniones mantenidas durante el último trimestre de 2019. Aspectos como la actualización de la terminología para reconocer al personal investigador en formación como trabajador y no becario, permitir la colaboración en la docencia por parte del PAS sin requerir una tramitación como externo de la Universidad de Zaragoza (hasta ahora se realizaba a través de la figura de colaborador extraordinario) son los cambios formales de dicho documento.

Sin embargo la situación de los trabajadores por obra y servicio (caso del Personal Universitario de Investigación; PUIs), ha quedado igual que como estaba. Sigue limitándose estatuariamente la colaboración en la docencia explicitando la posibilidad de dirigir TFM y algún TFG concreto, y sin colaborar como tal en la docencia. Este ha sido uno de los aspectos más discutidos por SOMOS en los distintos foros en los que ha participado, tanto desde el Comité de Empresa de Zaragoza como el Comité Intercentros, que incluso por iniciativa de SOMOS, hizo comparecer al Vicerrector de Profesorado para explicar a los afectados  la propuesta de colaboración en la docencia.

Mucho ha cambiado desde entonces, la iniciativa del Vicerrector de Profesorado era que la docencia de los colaboradores no docentes fuera una docencia precaria sin retribución que redujera la oferta de  contratación de nuevos docentes. Esto quedó olvidado, pero ninguno olvidamos que esa era una de las motivaciones originales de la modificación de dicho estatuto. Una vez no conseguido el objetivo original de Vicerrectorado, todo lo demás era tramitar la modificación del estatuto con poco interés en profundizar en la problemática existente.

La justificación de la no colaboración en docencia venía amparada por un mantra de un informe jurídico que lo impedía, informe que SOMOS solicitó hasta la saciedad, y que cuando en el mismo momento de la votación, se reitero el acceso al mismo, resultó que no existía, que no había siquiera solicitud del mismo, y que había sido una conversación informal sin ningún tipo de aval científico para su análisis. En una mesa de negociación donde todos los asistentes son investigadores llama la atención que haya gente que acate las ordenanzas orales, actuación doctrinal y distante del método científico, sin contar con el refrendo documental referido.

La decisión parecía que ya estaba tomada, y es que la Universidad parece tener claro que hay PDI de primera y otros coyunturales. Los distintos sindicatos fueron aprobando el documento sin existir ni refrendo, ni discusión ni otra alternativa que quitarse de encima un texto  que lamentablemente no afecta a la mayor parte de los miembros de una mesa de negociación del PDI. La justificación, sin entrar en consideraciones particulares, era que dicha propuesta era incluso del beneplácito del colectivo PUI, que estaba encantado de poder dirigir algún TFG, y así se trasladó en la mesa de negociación, contrario a lo que SOMOS conocía y que pareció ser el único que había intentado escuchar a las partes involucradas y trasladar su voz a las mesas de negociación.

Finalmente se aprobó en la mesa de negociación del PDI la modificación de la normativa de colaboración en la docencia, con el único voto contrario de SOMOS. Este acuerdo mayoritario de la Mesa se argumentó en el Consejo de Gobierno, donde finalmente se aprobó con la abstención de los representantes de estudiantes (e intervención contraria de representantes de PIF) y el voto contrario de un PAS, porque dicho reglamento sigue sin solucionar el problema, porque sigue definiendo al personal por obra y servicio como trabajadores de segunda, y porque limita tanto la mejora de la capacidad formativa de la Universidad de Zaragoza como el desarrollo laboral y académico de los trabajadores por obra y servicio.