Hoy se ha celebrado una reunión virtual del Comité de Seguridad y Salud (CSS) para discutir el documento “Instrucción de medidas a implementar en el retorno a la actividad presencial en la Universidad de Zaragoza tras confinamiento decretado por alerta sanitaria Covid-19”.
En los últimos días, muchos de vosotros nos habéis hecho llegar una serie de sugerencias que han servido a nuestros delegados para tener una visión más amplia de los posibles problemas y carencias que se pudieran producir a la hora de implementar las citadas medidas.
En primer lugar, el gerente nos ha explicado que este documento se está elaborando entre varias universidades, de acuerdo con las recomendaciones de las guías elaboradas por el ministerio de Sanidad. Nos explica que se está trabajando en la adquisición de material de protección y que estará disponible sobre el 28 de abril (mascarillas, gel hidroalcohólico, guantes y mamparas). Antes de la crisis se disponía de equipos de protección, pero se cedieron para colaborar con los servicios asistenciales que, en ese momento, los requerían con urgencia. Por otra parte, hay que tener en cuenta que puede haber modificaciones legislativas futuras que obliguen a adoptar otras medidas.
Se señala que en la actualidad se está privilegiando el teletrabajo. Presencialmente, hay unos 120 trabajadores.
El responsable de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales (UPRL) ha hablado de las personas de especial sensibilidad a la COVID-19. Para acogerse a esa situación deberá solicitarlo cada trabajador a la UPRL y el servicio médico dictaminará su resultado.
Consideran también que la mayoría de despachos de profesorado son individuales (hacemos un acto de fe). En los casos en que no sea así o bien se establecerán turnos o se colocarán mamparas.
También señalan que los exámenes presenciales deberían ser los mínimos posibles y solamente en aquellos casos en que sean imprescindibles. En cuanto a este asunto, se exponen las quejas de que se permita a personas contagiadas asistir a exámenes con una mascarilla especial. Todos están de acuerdo en que se debe evitar que asistan tanto estudiantes como profesores afectados por el COVID-19. Por ello, deberán comunicar tal situación para establecer otro método de evaluación. No obstante, este método alternativo ya no es competencia del CSS ni de la UPRL.
Otro de los problemas que se plantean en los exámenes presenciales, incluida la evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), es la resolución de dudas a los alumnos. Esta es imposible que se resuelva a dos metros de distancia. En cuanto al uso de equipos de protección por parte de los alumnos se nos aclara que es competencia del vicerrectorado de Estudiantes.
En lo que se refiere a la corrección de exámenes presenciales, se propone la cuarentena del papel generado. Al final se aprueba un periodo de cinco días de cuarentena antes de su corrección. Por otra parte, es posible que se opte por la contratación de “cuidadores” para estos exámenes presenciales.
También en relación con la cuarentena, se decide que los libros que se devuelven a la biblioteca tengan también un periodo de cuarentena en un plástico por al menos setenta y dos horas.
Se nos indica que la celebración de concursos y las prácticas del principio de curso se encuentran paralizados. Se espera que el transcurso de los acontecimientos permitirá poner en marcha estas circunstancias de forma paulatina.
Las tutorías deberán ser virtuales en todos los casos.
Las máquinas multifunción deberán ser limpiadas por cada usuario antes y después de usarlas.
En el asunto del fichaje se piensa inutilizar las máquinas de fichar para evitar los contagios por manipulación. Se fichará mediante el ordenador personal. No obstante, como hay trabajadores que no tienen ordenador personal, se implementará un sistema de fichaje para móviles o instrumentos portátiles. Estos deberán utilizar la red WiFi de la universidad para la confirmación de su localización.
También han preparado carteles informativos y material con instrucciones para la página web de la universidad.
Parece que algunos estudios científicos llevados a cabo por la AEMET y el Instituto de Salud Carlos III concluyen, de momento, que los datos señalan que las altas temperaturas y la alta humedad reducen significativamente la transmisión y propagación del virus. La universidad comenta que es complicado implementar la medición de la humedad y que se llevará a cabo cuando se pueda.
Finalmente insistimos en que las mascarillas quirúrgicas no protegen contra los virus y la redacción debe dejar claro que no se deben olvidar las principales medidas higiénicas de protección, en especial el mantenimiento de la distancia social.
Respecto a los trabajadores especialmente vulnerables*: mujeres embarazadas o quienes padezcan afecciones médicas anteriores (como, por ejemplo, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer o inmunodepresión), deben ponerse en contacto con la UPRL para que evalúe su riesgo en función de las características del puesto de trabajo y de las posibles medidas que se puedan implantar. En el caso de que se considere que el riesgo no puede ser eliminado mediante la adopción de diferentes medidas, el Servicio Médico de Prevención redactará un informe para que el interesado lo presente a su médico de atención primaria y este le conceda la baja.
Se decide que el CSS se reúna cada 15 días para comentar las novedades que se vayan produciendo.
Aquí está el documento completo
Cuidaos y protegeos. Mucho ánimo en estos momentos tan difíciles.