La reciente negociación sobre los Complementos Autonómicos entre el Gobierno de Aragón y la representación sindical del PDI Unizar, ha puesto de manifiesto la ausencia de un espacio real de participación en la determinación de las condiciones de trabajo, especialmente del PDI funcionario.
Por una parte, hemos visto que el apartado económico del Contrato-Programa está determinado por el Acuerdo Global de Financiación pactado entre el Rectorado y la DGA; y por otra, observamos que los aspectos técnicos están encomendados en exclusiva a la ACPUA, sin que exista ningún mecanismo en el que los “sujetos evaluados” tengamos la posibilidad de aportar, sugerir o valorar los resultados de la aplicación de unos determinados criterios.
Sin embargo, el PDI funcionario estamos amparados por los derechos que establece el Estatuto Básico del Empleado Público, entre los cuales figura la capacidad de determinar nuestras condiciones de trabajo mediante la negociación colectiva. De hecho, por eso nos convocó la DGA a negociar los Complementos Autonómicos, aunque fuera una negociación vacía de contenido.
El PDI funcionario es el único colectivo del Personal de la Universidad de Zaragoza que no tiene un acuerdo o pacto que regule sus condiciones de trabajo. El PDI laboral dispone de un convenio colectivo, el PTGAS laboral también tiene su convenio y el PTGAS funcionario dispone de un Pacto, simétrico al convenio del PTGAS laboral.
Por ese motivo, es preciso generar un espacio propio donde el PDI funcionario pueda participar en la determinación de sus condiciones de trabajo, especialmente en aquellas materias que le son propias al ámbito universitario: permisos, vacaciones, licencias, acción social, seguridad social complementaria, tiempo de trabajo, teletrabajo, medidas de conciliación como guarderías, o centros de día (mientras tenemos edificios como el CMU Santa Isabel vacío), etc.
Además, es preciso cambiar aspectos que afectan al modelo de universidad y condicionan nuestro día a día. Un claro ejemplo de ello es la incidencia que tiene para el PDI funcionario que la plantilla del PTGAS lleve diez años congelada, lo que supone que la ratio PDI-PTGAS se encuentre actualmente en 2,5 PDI-1 PTGAS. Recuérdese que la CRUE plantea en su Informe Universidad 2030 igualar la ratio indicando que las universidades de los países del ámbito europeo tienen ratio una cercana a dos PAS por cada PDI, entendiendo así la importancia estratégica de la gestión universitaria y de sus servicios.
El PDI funcionario además de dar clase e investigar tiene que asumir responsabilidades sobre la gestión de la investigación y la gobernanza universitaria, sin contar, para ello, con los recursos y la asistencia necesaria. Es imprescindible dotar con los recursos humanos y técnicos necesarios el Servicio de PDI o el SICUZ. Las tareas de gestión ocupan cada vez más tiempo de nuestro trabajo. Es preciso mejorar las aplicaciones informáticas existentes y contar con otras nuevas que automaticen los procesos repetitivos y eviten la indefensión que las comisiones de PDI sufren ante recursos durante la baremación de plazas.
Es hora de plantear soluciones reales en un espacio propio de negociación en el que participemos de las decisiones que nos afectan de forma coordinada con el resto de sectores de la Universidad. Porque hablar del PDI funcionario significa hablar del Modelo de Universidad que queremos: participativa, eficaz como motor de desarrollo de nuestra tierra, impulsora de la cultura, que lidere la visión crítica e impulse los valores democráticos, que garantice la igualdad de oportunidades, y propulsora del avance científico de la sociedad, es decir, Universidad Pública.
Por todo ello, el 30 de noviembre te pedimos que apoyes con tu voto esta candidatura renovada de SOMOS a la Junta de PDI.