¿Te imaginas que votas a un Diputado y después de ser elegido no le dejan entrar al Congreso?
¿Te imaginas que un partido político no se presenta a las elecciones a un ayuntamiento y aún así exige que su representante se siente en la bancada de los concejales?
Pues eso es lo que pasa con el actual modelo sindical español, diseñado por CCOO – UGT con la colaboración del PP- PSOE y con algunas incorporaciones del PNV como la de “sindicatos más representativos en el ámbito de la Comunidad Autónoma”.
Esta reflexión viene al hilo de la reciente constitución de la Mesa de Negociación del PTGAS en Unizar tras las elecciones sindicales. Recordarás que la controversia se centraba en la reclamación de CCOO (obtuvo el 6% de la representación del PTGAS) y CSIF (con el 9%) para acceder con voz y voto a la Mesa pues ninguno de ellos alcanzó el 10% requerido. Finalmente la Gerencia ha incluido a CCOO por entender que su condición de sindicato más representativo a nivel estatal le otorga ese derecho.
Pero más allá de la constitución formal de la Mesa de PTGAS, se ha puesto de manifiesto la diferencia existente entre el modelo sindical que caracteriza a SOMOS y el de CCOO-UGT.
Nos referimos a la relación del representante con el representado.
Para SOMOS los representantes somos personas de la plantilla a las que nuestros compañeros y compañeras nos han asignado la tarea de negociar sus condiciones de trabajo con la “empresa”. Los representantes no “mandan”, quien “manda” es la plantilla. Por eso, cuando toca decidir algo importante, hay que preguntarle y cumplir lo que diga. El vínculo de la representación es permanente y directo.
Para CCOO-UGT, la representación la ostenta el sindicato, quien debe gestionar la confianza que le han otorgado sus votantes durante los cuatro años siguientes. Si tiene que preguntar algo importante lo hace a sus afiliados, aunque su número no sea representativo de la plantilla. Lógicamente, si los afiliados son de un sector determinado tomarán las decisiones en función de sus intereses, no del conjunto de la plantilla.
¿Cuál es la diferencia entre uno y otro modelo?
La diferencia estriba en que nuestro modelo emplaza a la movilización de la plantilla para defender sus legítimos intereses, sin embargo, si no practicas un modelo reivindicativo y tu prioridad es el crecimiento del sindicato, no precisas del apoyo de la plantilla, decides tú por ella.
Los más veteranos de la Universidad recordamos aquellos tiempos en los que en una Asamblea del PAS votábamos en contra de los recortes y estos sindicatos afirmaban que esa votación no tenía carácter vinculante, pues sus posiciones las decidían sus afiliados.
Las diferencias de modelo se han visto claras en el Convenio de PDI Laboral, firmado sin realizar ningún tipo de consulta, frente al Acuerdo de la Alternativa al Premio de Jubilación que fue sometido a referéndum en el PTGAS, fruto de una movilización y convocatoria de huelga decidida por la Asamblea del PTGAS.
Tras las elecciones de 2023 hemos visto como CCOO-UGT se aferran a un viejo modelo que no guarda relación directa con las urnas, es decir, con la voluntad expresada de la plantilla.
Así, argumentando unas leyes que han hecho ellos para defender su modelo y su situación de privilegio, en la Mesa de PTGAS tendrá voto CCOO con un 6,25% y no tendrá voto CSIF con un 9,38%. De igual manera CCOO estará en la Comisión Negociadora del Convenio Colectivo de PTGAS laboral sin haberse presentado a las elecciones en ese sector.
SOMOS respeta las urnas, por eso quiere que estén todos los sindicatos que se han presentado y que han obtenido representación, porque es lo justo.
Si un sindicato ha obtenido representantes (diputados) estos tienen derecho a ejercer su función en la Mesa Negociadora (Congreso). Si un sindicato no se ha presentado a las elecciones en un sector (Ayuntamiento) no tiene derecho a estar negociado el convenio colectivo de ese sector (bancada de concejales).