El pasado viernes 23 de septiembre, en la Facultad de Filosofía y Letras se vivió un nuevo capítulo del deterioro de este edificio (por suerte sin daños personales) con el derrumbe parcial del techo de un despacho de la planta cuarta.
Esta vez no ha sido una simple placa de pladur. El techo de Filosofía está sufriendo la misma afección que el edificio Interfacultades. Por ello, el Rectorado ha ordenado cerrar dos plantas del edificio: la planta cuarta y la tercera, hasta que se haga un “apaño” con una malla de refuerzo en todo el perímetro.
Es preciso tomar cartas en el asunto, limitando el uso de estas instalaciones peligrosas, para salvaguardar la integridad física de los «habitantes» de esa Facultad.
Desde los servicios de prevención, estaremos pendientes para que, antes que se reincorporen los trabajadores a sus puestos de trabajo, se garantice la seguridad y unas condiciones de trabajo óptimas. Resulta evidente que la obra de Filosofía y Letras ya SI, es una obra urgente.
