Según informan desde el Comité de empresa, atendiendo a una solicitud del Rectorado, la adjudicataria de la contrata del Servicio de Limpieza de la Universidad de Zaragoza FCC retirará el ERTE que había presentado ante la autoridad laboral, el pasado miércoles día 18.
A partir del viernes 20 de marzo, el personal de limpieza adecuará su jornada a dos turnos de una semana. En cada turno se repartirá el 50% de la plantilla, es decir 140 trabajadoras y trabajadores aproximadamente. Esta distribución podrá verse modificada en función de las necesidades del servicio.
La decisión adoptada por el Rectorado supone dejar sin efecto un ERTE que llevaría al paro al 75% de la plantilla y ocasionaría una grave afección a los derechos laborales del Personal de Limpieza de la UZ (reducción del 30% de retribuciones, reducción de pagas extras y reducción de vacaciones) , cargando sobre las cuentas de la Seguridad Social el pago de la prestación por desempleo.
El Rectorado ha tomado una decisión acorde con el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, publicado el miércoles, el cual prevé una serie de una serie de medidas en materia de contratación pública para paliar las consecuencias del COVID-19.
Como se afirmaba desde este sindicato, la suspensión de la contrata de la limpieza no se debía necesariamente a una causa de fuerza mayor, circunstancia que podría haber supuesto un inconveniente para que la Autoridad Laboral autorizase el ERTE, una vez revisada la documentación necesaria.
Por parte de este sindicato no teníamos información suficiente sobre el expediente administrativo realizado por los servicios universitarios para modificar el contrato suscrito con FCC para la prestación del Servicio de Limpieza. Es preciso tener en cuenta que hay una serie de plazos para realizarlos y que en estos días toda la normativa que afecta a esta cuestión se ha visto modificada como consecuencia del Estado de Alarma y las normas en materia laboral y de contratación pública.
La autorización del ERTE corría otro riesgo a la hora de verse implementado gracias a la oposición frontal del Comité de Empresa, quien estaba valorando la posibilidad de impugnar las medidas que la empresa FCC aplicase unilateralmente.
Es cierto que desde la Universidad ha habido precipitación y ausencia de participación de los agentes implicados, a la hora de enfrentar esta situación. Circunstancias que se explican y disculpan únicamente en un contexto como el que estamos viviendo.
Por parte de las empresas adjudicatarias, nada nuevo. Su única perspectiva es la de sus beneficios a corto plazo, sin importarles el sistema de relaciones que durante años hemos construido la Comunidad Universitaria, de la que forma parte el Servicio de Limpieza. FCC tiene un margen de beneficio marcado y le importa muy poco nuestra escala de valores. Le importa muy poco la generosidad y el compromiso con la Institución Universitaria. Estas empresas montadas exclusivamente para vivir de la gestión de servicios públicos, nunca van a dar más de lo que sea estrictamente exigible y nosotros no actuamos así. No nos convirtamos en ellos.
Gracias