Alternativa al Premio de Jubilación. Del problema técnico al problema económico.

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En la última reunión de la negociación de la Alternativa al Premio de Jubilación, la Gerencia nos planteó descartar la puesta en marcha de un Plan de Pensiones con el fin de analizar la viabilidad de contratar un Seguro de Jubilación. Más abajo explicaremos todo esto con más detalle, ahora pretendemos informarte de las cuestiones de fondo que subyacen tras esta negociación, al menos desde nuestra percepción.

Desde que en junio el Gerente anunció la suspensión de la concesión de oficio del Premio de Jubilación basándose en un Informe Jurídico que había encargado a la Asesoría Jurídica de Unizar, desde SOMOS hemos planteado que tras esta medida se encontraba el deseo de ajustar la incertidumbre presupuestaria que supone hacer frente a este Premio en unos años en los que el número de personas que accederán a la jubilación prácticamente se duplicará, respecto a los años anteriores. A pesar que esta circunstancia era conocida desde hace mucho tiempo la Universidad no ha previsto ninguna medida, lo que le obliga a cubrir este compromiso con el presupuesto anual.

La contundente respuesta de la plantilla y la comprensión generalizada de la comunidad universitaria ante semejante incumplimiento de lo pactado, activó las alarmas del Consejo de Dirección. Lo que tenía un origen económico se convirtió en un problema técnico, propiciando la intervención del Adjunto al Rector para la Negociación Colectiva y de la Secretaria General, en la búsqueda de una hoja de ruta alternativa mediante el encargo de un Informe Jurídico Externo.

En el informe jurídico del Catedrático de Derecho del Trabajo, profesor Molina, se planteaba que no estaba justificada la suspensión de la concesión de oficio basándose en una sentencia que no se había producido y que la alternativa al actual premio debería transitar de una medida de carácter retributivo a una medida de Acción Social como por ejemplo los Planes de Pensiones de Empleo.

Desde el primer momento, apurados por la posibilidad de encontrarnos sin alternativa ante una sentencia que impidiera la percepción del Premio de Jubilación, desde SOMOS nos afanamos en hacer números preguntando a cuánto ascendía el premio de las personas que se van a jubilar en los próximos años, hicimos asambleas para testar la opinión sobre las alternativas posibles de cambiar premio por tiempo, etc. La conclusión de este análisis era que la Universidad debía poner en marcha una financiación extraordinaria de carácter plurianual al menos durante cuatro años equivalente a lo que tendría pagar por este concepto durante esos años y siguientes.

Esto significaba que en 2023 además del millón de euros que tiene que destinar a satisfacer el Premio de Jubilación debería dedicar entre 1,5 y 2 millones más para realizar las aportaciones necesarias con las que cubrir el premio los próximos años.

La respuesta de la Gerencia ha sido negativa a incrementar el presupuesto 2023 aparándose en la necesidad de Autorización del Gobierno de Aragón y en que la Ley de Presupuestos Generales del Estado determina que “los gastos de acción social no podrán incrementarse, en términos globales, respecto a los de 2022”.  Ambos condicionantes pueden matizarse. En primer lugar, es preciso indicar que los Presupuestos Generales del Estado hablan de términos globales. No se refiere a la limitación de la Acción Social del PAS, sino al total de la Universidad y, en segundo lugar, es preciso tener en cuenta que a la vista de una posible sentencia que le impida a la Universidad cumplir con aquello para lo que tiene Autorización del Gobierno de Aragón, no sería descabellado deducir que necesitaría recabar una nueva autorización para su alternativa.

De esta manera pasamos del problema técnico al problema real: el económico. La situación que se venía anunciando hace años se ha puesto de manifiesto y la solución no depende de nadie ajeno a la Universidad, pues se trata de una cuestión de voluntad política del Rectorado. Necesita más recursos para cumplir con lo pactado.

El mantra “no hay dinero” parece que solo se cumple para el PAS, pues recientemente y en aplicación del Acuerdo de Financiación 2022-2026 con el Gobierno de Aragón, la Universidad ha suscrito un Acuerdo Retributivo con los sindicatos CCOO, CSIF y CGT, destinado al PDI Contratado que supone un montante de cinco millones de euros según informa este último sindicato.

Resulta paradójico que una parte de la Plantilla Universitaria disponga de fondos para mejorar y otra no disponga de los necesarios para garantizar el cumplimiento de lo pactado.

La representación de la Universidad denunció nuestro Pacto-Convenio con el fin de negociar otro nuevo sin poner encima de la mesa ninguna alternativa al Premio de Jubilación.

La propuesta del Seguro que va a estudiar la Gerencia debe garantizar que todas las personas que se jubilen perciben el importe al premio de jubilación que les corresponde. Si la Universidad quiere reducir el coste del premio de jubilación puede explorar la posibilidad de sustituir parte o la totalidad del premio por permisos retribuidos a las personas que voluntariamente lo deseen, que nos consta no son pocas.

Por nuestra parte, debemos indicar que en la negociación de la Alternativa al Premio de Jubilación no aceptaremos que para mantener algo consolidado perdamos posibilidades de mejora en la Carrera Profesional. No son vasos comunicantes pues son medidas que afectan a distintas personas.

Finalmente debemos indicar que se ha demostrado que más allá de las razones y argumentos, la clave está en la unidad y determinación de la plantilla lo que está propiciando una unidad de acción sindical, que es digna de destacar. De forma unánime todos los sindicatos hemos decidido aplazar a noviembre las elecciones que tocaban en mayo, con el ánimo de centrarnos en resolver fundamentalmente la Alternativa al Premio de Jubilación y la Carrera Profesional, además de otros asuntos importantes como la Promoción o la adecuación de la RPT. Todo ello sin tener en cuenta qué escenario podría ser más propicio para una u otra opción sindical.

Tanto el personal más veterano como el más reciente debemos pelear juntos para consolidar este derecho y conseguir que, a través de la fórmula más viable, tanto las personas que se jubilan ahora como las que tienen más de diez años de servicios prestados puedan percibirlo. Está en nuestra mano.

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NOTA: Es posible que haya quien piense que nuestro Premio de Jubilación es un “privilegio” que fuera de la Universidad no sería comprendido, y por tanto sería difícil que el Gobierno de Aragón autorice una financiación extraordinaria para satisfacerlo. Es preciso recordar que el PAS de la Universidad podría haber destinado esa parte importante de su Acción Social a otras finalidades, como las que disfruta el Personal de la DGA que nadie cuestiona (ver)

  1. Ayuda para hijos con discapacidad.
  2. Ayuda para guarderías.
  3. Ayuda para estudios de hijos a partir de los tres años.
  4. Ayuda para formación y desarrollo profesional del empleado.
  5. Ayuda para gastos de sepelio.
  6. Ayuda de carácter excepcional.

El Premio de Jubilación es una medida generalizada en el PAS de las Universidades y de Administraciones Locales. Es una retribución diferida que viene a premiar la fidelidad del personal que ha realizado largas carreras profesionales en la Universidad y ha sido posible gracias a que no hemos dedicado estos fondos a otras medidas.

¿Qué es un Seguro de Jubilación?

Los Seguros de Jubilación funcionan como un seguro de ahorro, su objetivo es constituir un capital asegurado a largo plazo mediante el pago de unas primas periódicas. Se trata de asegurar un capital y una determinada rentabilidad durante un plazo determinado.

La Gerencia está estudiando contratar una prima colectiva cuyos beneficiaros serían toda la plantilla del PAS. Con esa finalidad realizaría una aportación equivalente a la cuantía anual que destina ahora para pagar los Premios, generando una bolsa asegurada. Las personas que se jubilen obtendrían sus premios y el resto del dinero de la bolsa produciría una rentabilidad que incrementaría la bolsa.

El problema aquí no es el mecanismo, sino la limitación de las cantidades que debe aportar la Universidad ya que estas no garantizan la percepción de la totalidad del Premio devengado a lo largo de toda una vida laboral.